Serie: Operaciones de TI ante la digitalización
La columna vertebral da estructura y funcionalidad a todas las partes que conforman el organismo de cualquier individuo. Todas sus piezas se rigen mediante las señales que envía el sistema nervioso para distribuir funciones. Sobre esta línea, un centro de control le da estructura y sustento a una empresa; permite que una organización funcione de la manera en que ha sido diseñada, ofreciendo una visión amplia y general de lo que sucede a su alrededor para optimizar procesos y facilitar la toma de decisiones en el día a día o durante una crisis y/o amenaza.
“Después de la tempestad viene la calma”, pero… ¿qué sucede durante su apogeo?
Pero tal como en el cuerpo humano, para determinar que el pilar marche correctamente, es necesario conocer su funcionamiento, desmenuzarlo, interactuar con él y reconocerlo fácilmente. A través de un manual de procedimientos se puede rastrear cada operación y, así, la(s) solución(es) para un problema determinado.
Supongamos que en una cadena de restaurantes se oferta una promoción de lanzamiento de un nuevo platillo regida a través del centro de control. Antes y durante el evento se monitorea su desarrollo, respondiendo efectivamente a la validación de tickets; sin embargo, si empiezan a retrasarse los procesos, las ventas caen. La finalidad del centro de operaciones será, por tanto, mantener el orden aplicando procesos previamente establecidos para una crisis. El liderazgo detrás de la aplicación exitosa de un cupón debería ser visible en la tempestad para los involucrados e irrastreable para el cliente final.
Existen muchos tipos de centros de control, los cuales incluyen:
Supervisión del centro de datos: monitoreo y control de operaciones de los sistemas computacionales.
Supervisión de las aplicaciones de negocio: optimización y revisión constante de las aplicaciones críticas para los clientes y la empresa.
Supervisión civil: monitorea la supervisión central y el control de las funciones operacionales de civiles. El personal monitorea el ambiente metropolitano para garantiza la seguridad de la gente y la correcta operación de servicios de gobierno críticos.
Supervisión de emergencias: controla situaciones para evitar crisis y minimizar o evitar impactos en caso de que ocurra un incidente.
Cada una de las funciones que tiene un centro de control cumple con una tarea específica asignada para mantener la estructura y la jerarquía que el sistema requiere. Los procesos que monitorea son concretos y se congregan en una sola dirección para mantener a flote los objetivos organizaciones de TI en una empresa.
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